Los que trabajan en mantenimiento saben que cuando algo funciona bien nadie lo nota. Quizás es por ello que poca gente conoce las bondades y características del galvanizado en caliente como mecanismo protector contra la corrosión del acero. Sin él, las cosas que nos rodean tendrían un aspecto muy distinto y tendríamos que cambiarlas con mucha frecuencia. Las estructuras que llevan la electricidad a nuestras casas, los ductos del aire acondicionado, las barreras protectoras de autopistas y avenidas, los encofrados colaborantes, el alambre de púas que mantiene en su sitio a los rebaños, los silos agrícolas que conservan los alimentos, los postes que iluminan plazas, avenidas, aeropuertos, las estructuras que soportan la señal de la telefonía móvil, ese sempiterno aliado de nuestra vida actual y otras más que sería muy largo enumerar tienen una vida útil prolongada gracias al galvanizado en caliente.